Aplicaciones como modelo de negocio: ¿qué tipos hay y qué ofrecen?
Si hay un elemento que nos acompaña casi durante las 24 horas del día ese es el móvil. Las comodidades que nos ofrecen para cada paso que damos en el día ha convertido a estos dispositivos en imprescindibles para el ser humano.
Una de las razones de su éxito está en las aplicaciones, esos hardware con los que poder ejecutar determinadas acciones en pocos clics y tiempo como, por ejemplo, mandar un SMS, acceder a tus redes sociales o, algo mucho más básico e imprescindible, configurar la alarma para ir a trabajar cada día.
Además de hacernos la vida más sencilla, estos complementos móviles también han constituido nuevos modelos de negocios basados en esta tecnología. Por ello, en esta entrada te explicamos cuáles son y cómo funcionan.
Antes de enumerarlas, necesitas saber que existen tres tipos de aplicaciones:
- Nativas. Son aquellas aplicaciones diseñadas para el sistema operativo en el que se van a utilizar. Por el momento, las alternativas son Android, iOS y Windows Phone y para que la extensión funcione en cada una de ellas correctamente hay que tener en cuenta sus particularidades.
- Web app. En lugar de desarrollar una aplicación en función del sistema operativo puedes coger una página web y hacerla aplicación. Cuando los usuarios estén navegando por la página verán la información como si de una aplicación se tratase. Es llevar la versión responsive un paso más allá y darle más valor a tu web site.
- Web app nativa. Uniendo lo mejor de ambos mundos, estas apps están configuradas con los lenguajes propios de la programación como el HTML o el CSS, pero dan la posibilidad de acceder a los hardware del usuario, es decir, a otras aplicaciones como la galería de fotos.
Una vez analizados estos conceptos podemos pasar a ver los diferentes modelos de negocio que podemos generar gracias a las aplicaciones.
5 modelos de negocio
- Pago por descarga. Para poder descargar la aplicación, el usuario tiene que pagar por ella. Este modelo de negocio solo es válido cuando el producto es exclusivo ya que puede crear insatisfacción en el consumidor por no poder probar el servicio antes.
- Paymium. Es el otro modelo de negocio de pago por la aplicación que se diferencia del primero en ofrecer servicios extra. Esta manera de comercializar la app es menos rentable pues se necesita a un buen cliente potencial que esté dispuesto a abonar la cantidad establecida en el market place.
- In App Advertasing. Las aplicaciones bajo esta mecánica son aquellas cuya descarga es gratuita pero que incluyen anuncios en distintos formatos como los pops ups o los banners. Este es el modelo en el que está trabajando, por ejemplo, Whatsapp para rentabilizar la compra que hizo Facebook hace tres años.
- Aplicaciones gratuitas. Tanto la descarga como el uso que ofrecen son completamente gratuitas. La mayoría de las veces, el usuario no está dispuesto a pagar por tener en su dispositivo la aplicación y, con esta manera de comercializarla, puedes tener un impacto de hasta 10 veces superior. Los usos más frecuentes son el de hacer branding o para incrementar el número de usuarios registrados.
- Freemium. Ejemplos de esto son aplicaciones como Spotify que incluye una parte gratuita pero que para acceder a los servicios de mayor calidad es necesario pagar una suscripción mensual. Las características que se pueden ver alteradas en función de la versión que se tenga puede ser: limitación por funcionalidad, tiempo o capacidad, entre otras.