Caso Apple: ¿Puede triunfar una empresa sin redes sociales?
Hay una máxima en las empresas que ha calado hasta los huesos de los empleados: la presencia en redes sociales. Tanto es así que, a día de hoy, cualquier empresa, sin tener en cuenta su tamaño, siente como una necesidad igual de importante que generar ventas y negocio, la creación y desarrollo de perfiles corporativos en las redes sociales.
Sin embargo, existe un ejemplo clarísimo de que carecer de redes sociales es posible y, de hecho, se puede convertir en una empresa de reconocimiento mundial. Estamos hablando de Apple, el gigante tecnológico cuyo modelo de marketing se estudia en las escuelas de negocio. Pero solo desde el punto de vista más tradicional pues, en el panorama digital, no se va a encontrar ningún perfil de la empresa de Cupertino aunque sí su página web y su ecommerce.
Desde hace mucho tiempo, las redes sociales son mucho más que un canal para que nuestra audiencia conozca nuestros productos y las bondades de la corporación. Son un mecanismo dinámico en el que ambas partes confluyen e interaccionan. Es decir, un mecanismo en el que la empresa puede saber qué dicen de ella y los usuarios consultar a la marca dudas o, incluso, hacerle nuevas propuestas. No hay tampoco que olvidar que las redes sociales no solo albergan comentarios positivos y buenrollismo. Hay que tener mucha paciencia, tacto y cariño, para aguantar el chaparrón de las críticas.
Pero Apple, para estar por encima de todo esto:
- No necesita más reconocimiento de marca porque da igual en qué parte del planeta te encuentres, si ves una manzana mordida instintivamente vas a saber de quién se habla.
- No tienen la necesidad de crear una comunidad porque ya la tienen. Los clientes de Apple son los que cualquier estrategia de marketing querría conseguir: defienden sus productos como si de un miembro de su familia se tratase. Está de más decir que cualquier usuario de Apple siempre va a recomendar sus productos por encima de cualquier otro.
- Aunque sí necesitan saber qué dicen de ellos. Este es el punto clave de la estrategia de la marca de Steve Jobs. Desde Apple saben perfectamente lo que se dice de ellos, pero al contrario de lo que le ocurre a cualquier marca normal, ellos no tienen la necesidad de contestar. Como hemos comentado en el apartado anterior son sus consumidores los que contrarrestan las críticas.
Ahora bien, llega el momento de la gran pregunta: ¿es efectiva esta estrategia? Es innegable que a la compañía le ha funcionado, pero Apple es el ejemplo perfecto del buen marketing. Cada paso que da la marca está analizado y detallado. No hay lugar para la improvisación porque son conscientes de que con cada presentación que hacen, están presente en todos los medios a nivel mundial. Y en la mayoría de ocasiones no nos referimos a una página interior, sino a la portada del medio en diferentes formatos. No hay que subestimar a la marca.
Hay que tener en cuenta que la manzana nace antes que las redes sociales y, sobre todo, de su explosión. A día de hoy tiene que ser una idea de negocio muy, muy potente, con una tecnología e inversión para poderla materializar muy alta y que, en definitiva, les cambie la vida a los usuarios como hicieron ellos cuando Steve Jobs salió y dijo que en unos años todos íbamos a llevar un móvil en el bolsillo.