Las 10 aptitudes que necesita el buen abogado del futuro
El ejercicio de cualquier profesión tiene unas características que hay que analizar y comprender para poder llevarlo a cabo. Este es el caso del Derecho, un bien necesario e imprescindible para poder vivir en sociedad, pero que, sin embargo, requiere de unas aptitudes propias que el abogado del mañana necesita desarrollar de una manera efectiva y eficiente para poder desempeñar su trabajo.
Por ello, en ISIE hemos querido recopilar las 10 aptitudes que debe tener este profesional para que, tras finalizar su formación, pueda contar con una carrera cargada de éxitos.
- Aptitudes comerciales. Como hace unos días compartimos en nuestro perfil de Instagram, un buen abogado tiene que saber convencer a su audiencia para que la resolución sea favorable a su petición. ¿Cómo puedes conseguirlo? Conociendo no solo la ley, sino también todos los recovecos que ella misma esconde para encontrar los argumentos que el tribunal tiene que comprar.
- Organización y planificación. Este aspecto es común para casi todas las profesiones, pero aún más dentro del mundo del Derecho donde los plazos son tan ajustados y las repercusiones de entregar un escrito fuera de tiempo, incalculables.
- Capacidad de trabajo en equipo. Aunque parezca que el trabajo del abogado lo es muy solitario, no olvides que sin la persona que te ayuda a encontrar la información que necesitas para redactar esa demanda hasta quien hace posible que la entregues son tu equipo. Apóyate en ellos para conseguir que los resultados se multipliquen.
- Empatía. Entender a tu cliente te ayudará a reforzar los lazos con él y a crear un clima de confianza con el que podrás llegar hasta el fondo del caso para encontrar la mejor solución.
- Altas capacidades comunicativas. Las dotes comunicativas te servirán para todo en esta vida, no solo para crear una relación con el cliente y poderle explicar correctamente la situación a la que se enfrenta sino también para expresarte con soltura delante de un jurado o un tribunal.
- Negociación. Ante cualquier problema, la manera de actuar es la misma: analizarlo para encontrar la mejor solución. Una vez hecho esto, llega el momento de la negociación para que todas las partes acepten la alternativa. Para ser el mejor negociador solo hay dos alternativas: estudiar la técnica y practicar; practicar y seguir practicando para pulir los detalles y ser el mejor cerrando acuerdos.
- Formación continua. Nunca dejes de aprender. Cuando comiences tu andadura profesional, te darás cuenta de que cada día en la oficina o despacho aparecen temas que ni si quiera sabías que existían. Teniendo en cuenta que vivimos en un mundo hiperconectado y en constante cambio es imprescindible reciclarnos para ser los mejores profesionales.
- Resiliencia. Durante el grado, los estudiantes de derecho aprenden a pensar como un auténtico abogado y a desarrollar su mentalidad crítica. Además, es muy complicado no conectar con el cliente cuando el caso es peliagudo y la resolución no es la esperada. En esos momentos es cuando tienes que demostrar la capacidad de sobreponerte a los problemas o, dicho de otra forma, la resiliencia.
- Desenvoltura con las nuevas tecnologías de la información. La capacidad de adaptación es imprescindible para el mundo en el que vivimos. Por ello hay que comprender que ahora el mundo ya no se mueve solo en los medios de comunicación, sino que han surgido nuevas herramientas como los blogs y las redes sociales en los que tenemos que estar presentes.
- Pasión por su trabajo. Al igual que ocurre con la organización y la planificación, esta característica es común con muchas otras profesiones. Pero no por ello es menos cierto que se necesita amar lo que se haga para conseguir los mejores resultados y, además, hacerlo consiguiendo los mejores resultados.
Esto es todo lo que necesitas para conseguirlo, pero ¿sabes cómo hacerlo? Continúa con tu formación después de haber terminado el grado o el máster de acceso a la abogacía para ser el abogado que siempre has querido ser: cambiar el mundo del Derecho está en tu mano.